Caso práctico: McDonald’s
He visto una noticia sorprendente sobre McDonald’s y no he podido resistirme a comentarla.
Hace unos meses se produjeron una serie de escándalos sobre los alimentos que vende la compañía estadounidense. El pasado mes de julio, McDonald's tuvo que retirar todos sus productos de pollo producidos en China, después del escándalo de la carne podrida supuestamente suministrada por una compañía del país vecino. Tras esta crisis, la Oficina de Hong Kong de Seguridad Alimentaria ordenó la suspensión de la venta de ‘chicken Mcnuggets’, ensaladas y té con limón por su mal estado.
A raíz de esto se realizaron varias acciones. La primera consistió en la disculpa de Sarah Casanova, la presidenta de McDonald's en el país asiático, con su público de interés por la serie de incidentes relacionados con la seguridad alimentaria de sus productos.
La segunda se enfocó en un cambio de estrategia con el fin de solucionar estos problemas, pero sin olvidar aumentar el valor de marca con una oferta más moderna y adaptada al estilo de vida de la sociedad pudiendo así distanciarse de sus competidores. Por eso, se ha hecho la apertura del nuevo McDonald's Next.
Los locales han dejado atrás su tradicional estética de colores rojo y amarillo, para dar paso a un local más moderno que ofrece una carta más amplia y sana. Incluso el diseño del restaurante ha cambiado para dar paso a la «cocina de teatro», como la ha nombrado la cadena, donde una barra junto con las luces brillantes, como si fueran las de un camerino, permiten ver con claridad los nuevos ingredientes.
Este nuevo concepto permite que los clientes puedan escoger su propia ensalada entre una oferta variadísima. Por ejemplo, ahora se cuenta con 19 diferentes ingredientes de la ensalada: dos opciones de verduras ensalada de base, dos tipos de queso, tres tipos diferentes de salsas y la elección de cuscús o quinoa.
Por supuesto, siempre hay espacio para el tradicional menú de hamburguesas de McDonald’s, aunque este nuevo McDonald's premium quiere personalizar y elevar la experiencia del cliente lo máximo posible, así que han habilitado unas máquinas que permiten hacerse la hamburguesa al gusto, escogiendo ingredientes, tipo de carne y pan.
Hasta ahora solo podemos encontar este local en Hong Kong, pero... ¿será este el futuro de la cadena de comida rápida y se extenderá por el resto del mundo? Solo el tiempo lo dirá.